¿Sabes cuántas veces pedí disculpas, sin tener la culpa?
¿Sabes cuántas veces bajé la cabeza, teniendo la razón?
¿Sabes cuántas veces hice por otros, lo que nunca harían por mí?
¿Sabes que oculté que estaba mal, para no preocupar a nadie?
Entonces no me digas que soy egoísta, porque perdí la cuenta de las veces, que coloqué la felicidad de otros, por encima de la mía.
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