Hay una cosa que quiero que entiendas sobre los hombres:
Cuando usted ponga una foto suya semidesnuda en las redes sociales, cualquiera que sea, haciendo una pose sexy, mostrando los pechos o como vemos en algunas fotos, mostrando el trasero o acostada seductoramente en su cama, lo único que haces es que las personas tengan un deseo sexual por ti.
Yo sé que vas a estar tan emocionada con los 500 likes, 120 comentarios y los innumerables mensajes privados. Vas a querer publicar cada vez más fotos, para sentirte cada vez más en la cima.
Pero hay algo importante que usted necesita saber: En realidad ninguno de esos hombres que les gustas, comentan o envían mensajes privados acerca de que te ama te dice la verdad. Todo lo que ellos quieren es usarla y luego tirarla a la basura. Es más, ninguno de ellos la llevaría a su casa para ser su esposa,
Crea en mí, usted para ellos no es más que una niña de programa, en busca de popularidad barata en las redes.
Los hombres buenos, los que tienen lo que usted busca, admiran a las mujeres que se visten con decencia, decoro y se respetan. Una vestimenta decente que no revela mucho su cuerpo, los lleva a amar y a respetarte, Esto sólo dice que eres una mujer virtuosa, alguien a quien se puede llevar a casa para ser esposa y madre. Esto les dice que usted fue criada con principios morales y les da detalles de su buen historial familiar.
Ellos no se preocupan mucho por el maquillaje excesivo, pues una mujer digna de proponer matrimonio, siempre se distingue del montón, no importa cómo.
Así que valora tu cuerpo. Recuerda que para encontrar diamantes hay que escarbar.
Respétate, y un verdadero hombre te va a respetar de un modo u otro. Pero eso sí, obtendrás mucho respeto. Así que mujer, no muestres tu cuerpo en las redes. No sabes qué clase de personas, ven tus cosas.
Eres una mujer bella, no necesitas fotos, ni mostrar tanto, eso es vulgar y fuera de lugar. Conquista con tu simpatía, con tu educación, con tu sonrisa, tu piedad, tu inteligencia. Hazte valer como una verdadera mujer.
Recuerda que fuiste dotada por Dios con una sensualidad y una sexualidad, pero éstas deben ser descubiertas únicamente por tu esposo.
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