Sí, nos ama. Y porque nos ama, ¿qué es lo que Dios quiere de nosotros?
Él quiere que le abramos nuestro corazón, sin importar nuestra condición. Porque solo Él conoce nuestra realidad, nuestra debilidad y nuestras luchas.
Él puede transformar al pecador más corrompido, en una persona justa, santa y llena de su gracia. Porque nuestro Dios es misericordioso, que odia el pecado, pero que ama al pecador.
Por eso, no permitamos que el enemigo nos mienta, haciéndonos creer que Dios nunca podrá perdonar nuestros errores. Porque su misericordia es más grande que toda nuestra miseria.
Creámosle a Dios. Acerquémonos a Él y entreguémosle nuestro corazón.
Y recuerda: Dios nos ama.
.
.