Sí mi madre viera lo fuerte que soy, hasta se sorprendería. Se iría de espaldas o qué sé yo. Brindaría por mí, con vino o agua.
Ojalá pudiera verla y abrazarla. Le contaría en un minuto, para no perder tiempo, todo lo que he hecho, aunque no he hecho nada.
Pero ya no tengo miedo y tengo muchos sueños.
Sí mamá viera que ayer lloré por nada, me levantaría con sus manos y me diría: todo saldrá bien, no pasa nada. Se tomaría un café, llorando conmigo, para después morirnos de risa.
Hoy mamá ya no hay, no está. Pero está en mi corazón, en mis pensamientos y en mis oraciones.
Si mamá viera lo fuerte que soy al terminar el Padre Nuestro, mientras enciendo su vela, que se apagó por la mecha corta.
Si viera lo fuerte que soy, porque eso quería ella, ¿y tú, no querías eso?, parece decirme con el viento.
Sí madre, quería ser fuerte, pero a tu lado y no sin ti. Quería este corazón de acero, para cuando me faltases.
Sí, mamá, vieras lo fuerte que soy, aunque estoy segura, que tú lo sabes.
.