El gobierno anterior intentó fallidamente combatir el ilícito tratando de aprehender a los rateros y fallaron rotundamente, fue un fiasco, no se consiguió nada.
El pueblo de México que en mayoría votó por un nuevo régimen de centro-izquierda apoya mayoritariamente la estrategia hasta el día de hoy. Combustibles hay, solo se ha hecho lenta la distribución a los puntos de consumo. Además no es en todo el país, son solo 6 estados de 31 los afectados. Se ve aparatoso el asunto porque esta "crisis" alcanzó a la capital, donde habitamos más de 18 millones de personas. Los ductos se reabrieron el fin de semana y se detectaron nuevos sabotajes, por eso se volvieron a cerrar. Mucha gente está siendo afectada y hay pérdidas económicas, pero más se estaba perdiendo por el robo, más de 3,500 millones de USD tan solo el año pasado.
"Las cosas son como son, y así hay que aceptarlas..."