Bastante, pues de lo callejero que soy yo, he tenido que estar prácticamente encerrado en la casa. Además de eso, por culpa de la pandemia tuve que cerrar mi Oficina de Abogado, pues tuve miedo de que por unos cuantos pesos que me iba a ganar, entrara alguien a mi Bufet enfermo del Covid, me infectara a mí y yo a mi familia, y no valía la pena.
Pero aquí estamos, como siempre, al pie del cañón.
Saludos.