Experiencia e historias.
Una prima vivía en una casa vieja en Pachuca a principios de los 90s. Ella rentaba y ahí su dueño tenía un cuarto lleno de "tiliches". De ahí me traje una vez una cámara fotográfica, de esas de rollo que tenías que mandar revelar y te daban tus fotos impresas y tus negativos. Un día me lleve al tianguis esa cámara para venderla. Pasó una pareja de novios. Tendrían entre 20 y 22 años. La chica vio la camarita y me preguntó cuánto costaba: - $20 pesos, respondí. Siguiente pregunta: -Y sirve? Claro, sí sirve. Ella volteó a ver al chico con ojos de ilusión. El sacó de su pantalón un billete y me pagó y vieras la cara de ella. Parecía niña en 6 de enero. Cómo dicen muchos chachareros, lo que para unos es basura para otros es casi un tesoro.