Nadie se muere por un adiós repentino, ni por un engaño amoroso, ni por haberlo dado todo donde el valor de las cosas no fue el correcto. Uno es tan fuerte que así tenga el alma rota y el corazón destrozado, olvida y vuelve a levantarse. En esta vida nada es para siempre, y menos el dolor. [Unos te dejan ir y otros darán todo por tenerte]