Aleja de ti el veneno de la hipocresía y la adulación.
No creas en aquellos que te elogian sin motivos. Más bien prefiere oír una crítica honesta, a un elogio vacío.
La crítica a nuestros actos, puede ser la voz de alerta, de que necesitamos corregirnos.
El elogio fácil nos perjudica y nos ilusiona. Y no existe nada más frágil, que una persona ilusionada con respecto de sí misma...
Y recuerda: "La verdad no quema los labios de quien la dice, sino el alma de quien la oculta".
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