De apariencia, Sipí.
El primer año de la universidad. Dejé de usar pantalones de vestir y camisas y las cambié por jeans y playeras, el pelo largo casi al hombro, por primera vez usé collares y pulseras en la mano. Dejé el portafolio por el morralito tejido como los que venden en los pueblos mágicos y ya no usaba zapatos de vestir, puros tenis o mocasines.
Todo un hippie de fin de siglo. Jajajaja.
Jajajaja.
Pero sólo fue un año.