No tienen por qué decírmelas, pues como tú dices, son mis verdades y no las verdades de esa persona.
Yo juzgo, para no ser juzgado, y en cuanto a eso de decir tus verdades, hay muchos, pero muchos, que se fijan en la paja del ojo del vecino, pero no se fijan en la viga que tienen ellos incrustrada en sus ojos.
Saludos amiga.