Dentro de mí, encuentro la solución a mis problemas y la respuesta a todo lo que me preocupa.
Tomo consejo de las personas que me quieren, porque sé que buscan lo mejor para mí.
Cada experiencia dolorosa me hace más fuerte, más sabio.
Es el amor que siento por mí mismo, lo que me llena de fuerza y esperanza, para seguir adelante.
Yo sé que puedo. Yo sé que puedo. Yo sé que puedo.
Ja, ja, ja, já. Los problemas prueban mi capacidad de triunfo. Yo puedo con todos.
Yo soy de esas personas que nunca se dan por vencidas. Esta es una vida de retos. Me gusta bendecir los obstáculos del camino, porque siempre me enseñan algo.
Si tomo mis problemas uno por uno, como me van llegando, encuentro la solución rápidamente.
He resuelto mis problemas toda mi vida. Lo seguiré haciendo.
El dolor es parte de la naturaleza del ser humano. Lo acepto y tengo confianza en mí.
Me gusta ser valiente y enfrentar la vida con optimismo y coraje. Tengo lo que necesito.
Cuando mis problemas me abruman, busco a alguien menos afortunado y le ayudo en lo posible.
Cada mañana me levanto lleno de esperanza y con más ganas de lograr lo que quiero.
Sin problemas mi vida sería perfecta… Pero: ¡Perfectamente aburrida!
.