No me gustan mucho los tacos. Pero de los que sí estoy un poco antojado, es de comerme un taco mejicano, de esos que vienen en tortilla suave y le caé a uno, por la mano, el chile. Yo una vez lo comí, y me comí con cinco, aunque después, no podía ni respirar de la enchilada de boca, que me dí, jajajajajajajajajá.