Pedí disculpas, sin tener la culpa.
Bajé la cabeza, teniendo la razón.
Hice por otros, lo que nunca harían por mí.
Oculté que estaba mal, para no preocupar a nadie.
Entonces no me digas que soy egoísta, porque perdí la cuenta de las veces, que coloqué la felicidad de otros, por encima de la mía.
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