¡No te mueras papito, promételo! No moriré, cariño. Solo haré un viaje al Cielo mañana, desde donde te cuidaré.
¿Pero no te vas a morir, verdad papito? ¡Hija! este el día más feliz de mi vida y en este momento estás conmigo.
Ya no llores, que tu papito, mañana por fin se curará. Solo será como un viaje. Solo voy a dormirme. Pero ya no llores hija mía, que eso si me está partiendo el alma. Mejor ven conmigo, deja de llorar, vamos a jugar con la pelota.
El belga Lorenzo Schoonbaert, de 41 años, decidió practicarse la eutanasia, debido a un cáncer terminal, que lo estaba matando lentamente y en forma dolorosa, después de 37 operaciones en 20 años, y su último deseo, antes de quitarse la vida con una inyección letal, era que quería ver un último partido de su equipo favorito de fútbol, "El Brujas".
La Directiva, al enterarse de la noticia que moriría un día después del partido, lo invitó a realizar el saque inicial, en el partido contra el Mosucrom y él fue acompañado de sus dos hijas.
Su hijita Dina estuvo feliz por unos momentos, mientras su padre era aplaudido en el estadio, pero posteriormente se dio cuenta que esa era la despedida de su padre. Y la niña de 7 años, ya no pudo contener el llanto y no quería dejar de abrazarlo, ni de besarlo, pues presentía que ese sería el último día que miraría a su señor padre con vida.
Ese día el equipo de Lorenzo ganó 3-0 y él les dijo a los jugadores, después de partido, que festejaría la victoria desde el Cielo.
Al otro día le practicaron la inyección letal.
Las lágrimas de la niña Dina, al sentir que su padre moriría, nos partieron el corazón a todos y nos hizo pensar en nuestros padres o en nuestros hijos y esto nos hizo llorar a todos.
Yo no pude contener el llanto, al leer esta triste historia. La niña Dina, nos mandó un fuerte mensaje:
"Si tienes a tus seres queridos con vida, abrázalos y bésalos con mucha ternura, como si fuera el último día de sus vidas".
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