Novio: Amoor, tengo algo que decirte.
Novia: Yo también, déjame empezar.
Novio: Sí amor, pero sabes... ¡te amo!
Novia: Entonces, ¿conoces a Matheus, el jugador de futbol del equipo de la ciudad? Es hermoso y sabes que siempre he estado enamorada de él desde pequeña. Y sucedió que nos vimos ayer. Me llevó en coche, comimos fuera y como siempre te dije: mi sueño es ser rica, una mujer de estado, celebridad, una mujer de clase y por eso te traicioné... No es culpa mía. Tu padre es sólo el médico del equipo, usted anda en Bicicleta y no tiene un buen salario.
Novio: te entiendo, ¿al menos usaste condón?
Novia: No, Ni siquiera se me ocurrió, ¿No estás triste? ¿No te importa?
Novio: No. Déjame hablar ¿Recuerdas ayer, después de que tomamos helado? Me quedaron $150, y con él, jugué la lotería. Acabo de ganar 150.000 millones. Ahora yo te pregunto: Y tú, ¿conoces a Matheus? Oí a mi padre comentando que su examen dio positivo, tiene sida, ¿Sabes su auto? Era robado y fue arrestado esta mañana...
Novia: ¿Y ahora qué voy a hacer?
Novio: ¿Sabes el amor que te di?
Novia: ¿Sí, que pasa con él?
Novio: Era un amor verdadero que aunque no tenía dinero, siempre te di lo mejor y no le diste el valor suficiente ahora me toca decirte, buena suerte y adiós.
MORALEJA: No cambies un amor verdadero y una relación que vale la pena, por un momento. Los momentos pasan, pero la vida sigue.
Amigo: Dicen que cada latido de corazón, es Dios diciéndote que te ama. ¿Te has puesto a pensar cuántas veces te lo dijo hoy? Entonces, no cambies el amor de Dios, por lo que este mundo te pueda dar. No vale la pena.
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