Erick, ya llegaste del colegio dijo su madre. "Mami perdóname". ¿Y por qué quieres que te perdone estúpido? respondió su madre.
Mami ¿me perdonas? Ahora ¿qué hiciste en tu escuela? Ya me tienes cansada. Tú y tu hermano fueron lo peor que me pudo haber pasado.
"Mami perdóname".
(En ese momento suena el teléfono): Buenas, ¿la mamá de Erick? Sí soy yo. Dígame ¿qué hizo ahora ese demonio?, respondió esta.
"Señora es que su hijo estaba jugando y… ".
¿Que hizo? Un grito se escuchó por toda la casa: Erick, ¿qué hiciste en tu escuela? Tu profesor me está llamando.
Un silencio arropó la casa. Erick, dijo esta.
Señora lo que pasa es que Erick subió a jugar balón en la azotea de la escuela y...
¿Y qué paso ¿Hizo algún daño? Dios mío lo que me faltaba.
No señora, Erick resbaló y cayó al primer piso. Se abrió la cabeza y murió instantáneamente.
¡Nooo mi hijo no!, dijo esta mientras soltaba el teléfono y corría al cuarto de su hijo.
Al llegar ya no vio a su hijo, solo sintió su voz como un aire frio en su oído que le dijo: "Mami, perdóname por dejarte sola".
Amigo, triste historia, ¿verdad? No existe niño malo ni incorregible. En realidad los únicos culpables de tener hijos así son sus propios padres. Y cómo duele ver, como niños así se van perdiendo en vicios y hasta suicidios.
Padres, tengamos paciencia con nuestros hijos. La clave está en no gritar nadie en casa y respetarse todos en el hogar.
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