Tan sólo un ratito, lo suficiente como para mirarte a los ojos una vez más y tomar tu mano.
Vuelve, así sin avisarme, a cualquier hora del día. Yo te estoy esperando, porque me encantaría volverte a ver, tan sólo una vez más. Es que aquí siento demasiado frío y necesito uno de tus abrazos.
Quizás no sepas la falta que me haces, por eso te pido: vuelve. Te prometo que no voy a llorar, ni intentaré retenerte. Simplemente, quiero ver tu sonrisa una vez más, aunque sea una última vez.
Es que me quedó un huequito en el corazón, y es por ahí donde se cuelan los suspiros, los recuerdos y todo el amor que te tengo. Por eso, vuelve y tápalo, con una última palabra. Vuelve, con un abrazo que me reconstruya el alma, que selle todas las fisuras que provocó tu ausencia.
Vuelve, y te dejaré partir sin un reproche, con mi mejor sonrisa.
Vuelve, para despedirme como debí haberlo hecho.
Cuando quieras, cuando puedas, date un vueltita por mis sueños.
Y después, vuelve a tu lugar, ahí donde te escapaste tan rápidamente, sin nada en los bolsillos, sin equipaje, ahí donde yo no puedo verte, mi Angel bello. (Créditos al autor).
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