Te lo pregunto, porque:
El amor de Dios no es una moda de temporada.
El amor de Dios es eterno.
El amor de Dios no tiene condiciones, es sincero, bondadoso y fiel.
El amor de Dios es incondicional, no guarda rencor y todo lo da.
El amor de Dios es perfecto, es sublime y puro.
El amor de Dios enaltece el alma y alimenta nuestro espíritu.
El amor de Dios no espera nada a cambio y sin embargo todo lo da.
Estamos llamados a amarnos unos a otros, pero con el amor santo que proviene de un corazón que ha sido transformado y seducido por Dios.
Y el que ama conoce a Dios, porque Dios es amor.
.