Cuida este detalle: Invitar a alguien a tu casa, es algo muy serio.
Allí la persona va a llevar todo tipo de energía: buena o mala.
Ella observa tus cosas, y de alguna manera, comienza a participar en el círculo familiar, y será conocedora de lo íntimo de tu familia.
Recuerda que el hogar es un lugar sagrado. Así que solo lleva a alguien, si realmente sabes quién es.
Eso, porque no todos los que entran a tu casa, son tus amigos.
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