Ramón va al cielo. Al llegar, le abre la puerta San Pedro y dice: Bienvenido seas hijo.
San Pedro, dice Ramón. Yo no debería estar aquí. ¿Por qué hijo mío? Es que no estaba preparado. Dejé mi familia en mal estado, y quisiera arreglar eso antes.
San Pedro, después de pensarlo, le dice: Puedes regresar, pero únicamente convertido en un animal doméstico.
Ramón queda pensativo segundos y dice: Está bien. Regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas gallinas.
Llega a casa convertido en una hermosa gallina de plumas blancas. Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas. Se acercan formando una rueda diciendo cosas muy bonitas de la gallina; pero llega una envidiosa que dice: Tienen razón, esta gallina es muy bonita, pero es probable que no pueda poner huevos.
Ramón queda asombrado, en el momento que todas empiezan a gritar: ¡Que ponga un huevo! ¡Que ponga un huevo!
Ramón asustado empieza a pujar hasta que de repente pone un huevo. Las gallinas gritan: ¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro! Ramón, emocionado, sigue pujando hasta poner otro huevo. Las gallinas gritan nuevamente: ¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro!
De repente, llega la esposa de Ramón y le grita: RAAAMOOONNN despiéerrrrtateee. ¡Te estás cagando en la cama, hijueputa..! Jajajajajajajajajajajá.
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