Una madre llega a casa y le pregunta a su abuela: ¿Dónde está mi hijo? La abuela responde: No sé, ¿no está en la sala? La madre corre hasta la sala y no hay nadie allí, entonces comienza a desesperarse. Ella dice: Cielos, ¿dónde está mi hijo? ¡Dios, mi hijo no!
La abuela viene tranquilamente caminando, por detrás de la mujer y toca su hombro. Ella se asusta. Inmediatamente después, la abuela dice: Sé quién tomó a tu hijo, ¡vamos a buscarlo!
Ya era de noche cuando la madre y la abuela entraron en la vieja camioneta, en un pueblo del interior. La camioneta avanza por un camino de tierra, rodeado de árboles a ambos lados.
Después de algunas horas, llegan a una casa vieja, la casa está en ruinas. La abuela y la madre bajan de la vieja camioneta, la madre golpea la puerta. El sonido resuena en el lugar vacío, la madre dice: Abuela, ¿por qué vinimos aquí? Ahora no, solo llama a tu hijo. La madre mira extrañamente a la abuela, pero prefiere obedecer. ¡Marcelito!, ¡Marcelito! La voz de la madre resuena por todas partes, luego sigue una pausa. La madre y la abuela miran fijamente la casa abandonada, y de repente escuchan un paso, tac, tac, tac, y un niño de 8 años aparece en la puerta de la casa.
Cuando ve a la madre, corre con los brazos abiertos gritando: ¡Mamá, mamá! La madre abraza fuerte al hijo, luego dice: ¡Dios mío, Marcelito!, ¿dónde estabas? El niño responde: Nana fue hasta nuestra casa y me trajo aquí. La madre dudando preguntó: ¿Quién es Nana? La abuela dice: Ahora es el momento de la explicación:
Nana era mi niñera, cuidaba de mí cuando era niña. Un día estábamos jugando al escondite. Nana me dijo que me escondiera en el auto de su amigo. En realidad, él quería secuestrarme. Vi a un hombre de traje, con las puertas del auto abiertas y me asusté. El hombre del auto tenía una sonrisa macabra, Nana dijo que todo estaba bien, porque era un amigo suyo. Nana agarró mi mano e iba a obligarme a entrar en su auto, empecé a llorar y a gritar: "no quiero ir, Nana, ¡Nana, no! No quiero entrar en el auto del hombre espeluznante!
Entonces, gracias a Dios llegaron mis padres, le preguntaron a Nana qué estaba pasando y por qué lloraba. Enseguida, el hombre del auto entró en el coche y huyó. Le conté a mis padres y Nana fue arrestada.
Días después descubrimos que las otras presas, al saber que ella era una secuestradora de niños, la mataron, y desde entonces, Nana siempre regresa para intentar terminar su trabajo. Siempre intenta secuestrar a un miembro infantil de nuestra familia. Cuando eras niña también intentó secuestrarte, ¿no lo recuerdas? La madre miró asustada a la abuela y dijo: ¡Caramba! No, gracias a Dios no lo recuerdo.
La abuela dijo: Es mejor que nos vayamos de aquí, pero antes tengo que poner fin a esto de una vez. Horas después, se escuchan sonidos de fuego ardiendo: la abuela prendió fuego a la casa de Nana y el auto se fue por el camino. Durante unos segundos, en la ventana en llamas, se ve la sombra de una mujer con una expresión malvada.
"En el mundo, el mal nunca termina. Algunas personas quedan atrapadas en el círculo de malas acciones y no pueden salir de él. Cometen el mismo error una y otra vez, y, desafortunadamente, seguirán haciéndolo".
(Escrito por: Comedia show).
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