Soy un pintor hago muchos y lindos cuadros. Estaba por terminar uno, cuando en eso que suena mi celular, y contesto. Era una anciana que deseaba le pinte un cuadro de ella, y si voy en este momento, me dará un buen pago. Como estaba necesitado de dinero, acepté el trato, y esa misma tarde, fui a la casa. Al llegar, me llevé una gran sorpresa: la casa tenía un aspecto tenebroso.
No sabía si seguir o regresar. Al momento que pensé en irme, salió la anciana, usando un vestido largo negro. La anciana me dice que pase, que ya me estaba esperando. Al ingresar, me llevé la sorpresa de que la casa era muy lujosa, y al llegar a la sala, la anciana se sentó en el sofá.
En ese momento comencé con mi trabajo y cuando estaba por terminar, suena el timbre de la casa. Pensé que la anciana, se iba a levantar para abrir la puerta, pero la anciana siguió en el sofá, mientras que el timbre seguía sonando.
Al momento que aparté la mirada de la anciana, por unos segundos, ya no estaba. Pensé que se fue abrir la puerta, y como estaba tan concentrado en la pintura, no me di cuenta a la hora que se ella se paró.
Como el timbre seguía sonando, no me quedó otra que dejar de lado la pintura, y abrir la puerta. Al momento que abrí la puerta, enseguida me agarraron del cuello. En mi mente me decía: ¿Qué?, ¿qué está pasando?, ¿es acaso un robo?
La persona que me estaba agarrando del cuello, era un joven. El joven enojado me pregunta qué hago en la casa. Yo, con la poca voz que me quedaba, le digo, que la anciana de la casa, me llamó al celular, para que le haga un cuadro. El joven me dice: ¿De qué anciana me estás hablando, si ahora llego de enterrar a mi abuela? Enseguida me muestra una foto. Yo, al mirar la foto, quedé en shock, porque era la misma abuela que me dijo que le pinte un cuadro. Como vio que estaba pálido, al punto de desmayarme, me trae un vaso de agua y me dice que les cuente todo.
Cuando estaba un poco tranquilo, le digo que me acompañe a la sala, y allí verán el cuadro que estaba pintando. Llegando a la sala, no podía creer, lo que vi: en el cuadro, solo estaba pintado el sofá, pero no la abuela.
Hasta el momento no encuentro ninguna explicación de lo qué pasó aquella tarde, porque estoy muy seguro que pinté a la abuela. Además, ¿cómo pude ingresar a la casa, si no tengo llaves? Fin.
(Créditos a: Jonathan Menéndez).
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