Es Navidad, cada vez que sonríes a un hermano y le tiendes la mano.
Es Navidad, cada vez que estás en silencio, para escuchar al otro.
Es Navidad, cada vez que no aceptas aquellos principios, que destierran a los oprimidos al margen de la sociedad.
Es Navidad, cada vez que esperas, con aquellos que desesperan en la pobreza física y espiritual.
Es Navidad, cada vez que reconoces con humildad tus límites y tu debilidad.
Es Navidad, cada vez que permites al Señor renacer, para darlo a los demás.
(Madre Teresa).
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