Últimamente, Mario estaba muy decaído, porque echaba de menos a su papá. Su hermana mayor también lo extrañaba, aunque no quisiera reconocerlo.
Cierto día, cuando su madre se encontraba descansando y los niños jugaban solos, en el comedor de la casa, la hermana mayor le dijo a Mario: Mario, ¿quieres volver a ver a papá?
Y dándole un tenedor, le dijo: Toma, solo tienes que meter este tenedor en el enchufe.
Horas más tarde, Mario consiguió volver a ver a su padre, quien había venido a casa, para arreglar el sistema eléctrico.
Nota del autor: Se me olvidó decirles que el tenedor era de plástico...
Por curiosidad, ¿qué estabas pensando? FIN.
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