Si alguna vez desaparezco o me muero, Solo les pido un favor:
No se pongan a decir mentiras sobre mí. Por favor sean sinceros y no ensucien mi nombre, con solo cosas positivas.
Yo no tengo un corazón de oro, ni era amigo de todo el mundo. A mí no me gustaba la gente.
Yo era bien sarcástico y era amigo solo de los que me caían bien y sobre todo, a los cuales les caía bien yo. Y esos, déjenme decirles que eran bien, pero bien poquitos.
Tampoco digan, que el cielo ganó un Ángel que los va a cuidar desde arriba. Porque vamos, seamos realistas: Todos sabemos que yo, para allá no voy.
Y si por alguna promoción especial de San Pedro, me llegan a dejar entrar al Paraíso, yo no voy a andar cuidando a nadie. Cuídense ustedes solitos.
Si saben contar, conmigo no cuenten. Yo ya me fui.
.