Ay amiga, la vida tiene todo el sentido del mundo.
Es cierto que a veces se sufre, ¿pero sabes qué?:
Que nadie me arrebate las arrugas de mi frente, conseguidas a través del asombro, ante la belleza de la vida.
O las de mi boca, que demuestran cuánto he reído y cuánto he besado.
Y tampoco las bolsas de mis ojos: en ellas está el recuerdo de cuánto he llorado.
¡Son mías y son bellas..!
Saludos.
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