Si uno va a mentir hay que fabricarse una mentira muy negra, hedionda, llena de moscas. Las mentiras blancas del tipo a) el conejo pascuero, b) vivimos en una democracia representativa, c) republicanos v.s. demócratas, d) izquierda v.s. derecha, son para gente hormigosa o, mejor dicho, harukimurakamiana. Antes solía mentir (últimamente tiendo hacia lo personal, qué horror) con mentiras blancas, y mi realidad era más negra que un negro en el centro del universo espantándose la pobreza estelar con sus manos y brazos proletarios. Luego empecé a mentir como un demente, me salía natural, y de pronto mi vida dio un salto potente, qué digo salto, ¡un despegue tremendo! Entonces mis mentiras eran negrísimas pero me iluminaban con su oscuridad. Así. Pero sí sí sí, son mentiras, aunque ya he dicho para qué tipo de personas.