Sus provocaciones me hacen pensar que tal vez le excite pelear conmigo. Sería como un afrodisíaco para ella, con cada insulto que reciba aumenta su pulsión sexual. Tendría que hablarlo con una terapeuta, eso pienso yo. O es solo un juego para ella, algo de diversión cuando está aburrida. ¿Qué piensan al respecto?