Si un día al despertar, usted encontrara al lado de la cama, un lindo paquete envuelto con cintas coloridas, usted abriría, antes de lavarse el rostro, rasgando el papel curioso para ver lo que hay adentro. Tal vez hubiese allí algo que a usted no le gustase mucho. Entonces usted guardaría la caja, pensando qué hacer con aquél regalo aparentemente “inútil”.
Pero, si al día siguiente hay otra caja, una vez más la abriría corriendo y más si esta vez encontró algo que a usted le gusta mucho: un recuerdo de alguien distante, una linda ropa que vio en una vidriera, la llave de un nuevo coche, un abrigo maravilloso para los días de frio, o simplemente un ramo de flores de alguien que se acordó de usted.
Y amigos míos, eso es lo que ocurre todos los días, pero nosotros no lo percibimos. Todos los días, cuando despertamos, ahí está, enfrente, una caja de regalo enviada por DIOS para nosotros: ¡un día enterito para usarlo de la mejor forma posible!
Ese día, a veces, viene lleno de problemas, de cosas que no conseguimos resolver: tristeza, decepciones, lágrimas... Pero otras veces, viene lleno de sorpresas, alegrías, victorias y conquistas...
Lo más importante es que, todos los días, DIOS envuelve para nosotros, mientras dormimos, con todo cariño, nuestro regalo: ¡EL DÍA SIGUIENTE! ÉL acerca nuestros días con cintas coloridas, no importa lo que esté por venir.
Ese día cuando despertamos lo llamamos REGALO. El regalo de DIOS para nosotros. No siempre ÉL nos manda lo que esperamos o queremos, pero ÉL siempre, siempre y siempre, nos manda lo mejor, lo que precisamos, lo que merecemos...
Así que amigo mío, abre su REGALO todos los días, agradeciendo primero a quién se lo envió, sin importarle lo que viene adentro del “paquete”. Sin duda, Él no se engaña en la remesa de los paquetes. Y si no vino hoy el paquete que usted esperaba... espera. Ábralo mañana con más cariño, pues en cualquier momento, los sueños y planes de DIOS llegarán para usted, envueltos en el regalo.
Recuerda que: DIOS no atiende nuestras voluntades, pero sí nuestras necesidades.
Que tengas un día con bendiciones, y sientas la “PRESENCIA DE DIOS “, y que su regalo traiga mucha paz, experiencia con DIOS y esclarecimiento sobre lo mucho que todavía tenemos que aprender con ÉL y por ÉL.
.