La idea es justo esa, elevar el pensamiento hasta convertirse en un androide superdesarrollado, llevar lo malo a lo supermalo, lo supermalo a lo megamalo, lo megamalo a lo archimalo, etc. Que el ADN se vuelva una potencia de vibración superior para que todo el ruido que el mundo produce explote en círculos concéntricos. Hay que cansarse también de estar cansados a veces. Por ahora lo mejor podría ser esperar y escuchar canciones de Oscar Peterson (You look good to me). Aunque también los paseos son buenos, salir a buscar el perro perdido que uno no tiene también es un buen ejercicio para el alma. O escribirlo.