Ni se gana, ni menos se exige
El respeto se otorga.
Darse a respetar....mmmmm....es muy ambiguo. Yo puedo hablar como maldito carretonero de quinta todo ñero y lépero.
Pero se quién soy Y como eso lo se, debo saber igual que aún siendo yo gente educada, si hablo con pendejadas es muy probable me hablen igual a mi.