Para todo el que no cree en nada y en nadie, lean esto.
La semana pasada, por primera vez en mi vida, fui a una reunión de la tan criticada Iglesia Universal "Pare de sufrir" y compartí las prácticas y plegarias de los presentes.
De pronto, el pastor se acercó al lugar donde yo estaba. Me miró fijo y me señaló con el dedo, se acercó y puso sus manos sobre mi cabeza y exclamó con voz fuerte: "Usted va a caminar".
Yo le conteste con voz baja: "Pero no tengo ningún problema en mis piernas".
El ignoró mi respuesta y, casi gritando, volvió a exclamar: "Hermano, usted va a caminar".
Toda la feligresía, con las manos en alto, empezó a gritar: ¡Usted va a caminar! ¡Usted va a caminar! ¡Usted va a caminar!
Intenté nuevamente explicarle que no tenía ningún problema con mis miembros inferiores, pero fue en vano. Él repetía cada vez más fuerte y con mayor energía: "Usted va a caminar", mientras las personas, en trance, gritaban aún más fuerte: "Hermano, usted va a caminar".
Opté por callarme la jeta y no dije más nada. Cuando terminó el acto, dejé la Asamblea y, créanlo o no: El hijueputa pastor tenía razón:
¡ME HABÍAN ROBADO EL CARRO! Y me tuve que irme caminando hasta mi casa.
Jajajajajajajá.
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