Una mujer buscaba leña para su cocina, cerca del río, cuando cortando una rama de un árbol se le escapó el hacha de las manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer rezó y suplicó a Dios, entonces, Él apareció y le preguntó: ¿Por qué estas llorando mujer?
La mujer respondió que su hacha se había caído al río. Dios entro al río, saco un hacha de oro y le pregunto a la mujer: ¿Es esta tu hacha? La noble mujer respondió: No, Dios, no es esa.
Dios entró nuevamente y sacó del río un hacha de plata y volvió a preguntar: ¿Esta es tu hacha mujer? No, respondió la mujer.
Dios volvió nuevamente al río y saco un hacha de hierro y madera y nuevamente preguntó: ¿Es esta tu hacha? Sí, respondió ella, ésa es...
Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que la mandó de vuelta a su casa, regalándole las otras dos hachas, la de oro y la de plata.
Otro día, la mujer y su amado esposo estaban paseando por los campos, cuando él tropezó y cayó al río. La infeliz mujer, que no sabía nadar, se puso a rezar y suplicar a Dios, Él apareció y le preguntó: Mujer, otra vez tú, ¿por qué estas llorando? La mujer respondió que su esposo había caído al río y se había ahogado.
Inmediatamente, Dios entró al río, sacó de las mechas a Brad Pitt y le preguntó a la mujer: ¿Es este tú esposo? Sí, sí, sí, asintió la mujer. Entonces Dios se enfureció: ¡Eres una mujer mentirosa! exclamó.
Pero rápidamente la mujer le explicó: Dios, usted perdone, pero fue un malentendido. Si yo hubiese dicho que NO, entonces Usted me habría traído a George Clooney del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, Usted me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí, Usted me mandaría para mi casa con los tres hombres, como hizo con las hachas.
Pero yo soy humilde, pero bien criada con principios morales y no podría cometer POLIGAMIA. Por eso es que le dije sí al primero de ellos.
Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.
MORALEJA: "Las mujeres tienen tan buenos argumentos, que hasta Dios les cree".
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