Y cuando seamos viejos y me digas: ¿Cómo llegamos juntos hasta aquí?, yo te responderé:
Porque en lugar de gritar, hablamos.
En lugar de huir, buscamos soluciones.
Porque todo y nada era de los dos.
Porque lloramos y reíamos juntos.
Porque un día nos prometimos estar en lo bueno y en lo malo.
Y sobre todo, porque el amor, con el tiempo aumentó, en forma de un cariño, que no muere nunca.
(P.D. Como les dije, mi esposa y yo cumplimos 52 años de casados, el pasado 11 de octubre).
.