Si no puede hacer regalos a todo el mundo este año, no los hagas. Si no se puede entrar al intercambio en el trabajo, no lo hagas.
¿Sabías que diciembre se ha convertido en el mes que más triste está la gente y enero, el mes en que más suicidios aparecen?
Enséñales a tus hijos que Santa y los Reyes, a veces no pueden traerles todo. Así tus regalos serán menores. Tus familiares adultos no se van a morir, si este año no reciben regalos y en su guardarropa, hay suficiente ropa que hace tiempo no se ponen, que puede pasar por nueva.
Aprende que los detalles más significativos no son materiales. Pasa tiempo con la gente que amas. Visita a los que ya están olvidados. La gente agradecerá más tu presencia y las risas que durarán por siempre en la mente, que regalos costosos que no se necesitan y que con facilidad de rompen o se oxidan.
Disfruta a tu familia, agradece por lo que tienes. La vida es una y hay que enseñar a los niños, que el valor de la vida no está en las cosas, sino que está en lo que sucede, cuando demuestras tu amor, al preocuparte de las personas y estar al pendiente de ellas.
Dejemos a un lado a los niños sobre-regalados y demos paso a darnos el tiempo de explicarles qué es la Navidad, así como el disfrutar y el convivir con ellos y el resto de la familia, que será muy feliz al tenerte cerca, dedicando a ellos tiempo de calidad.
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