No me llores cuando muera, pues nunca más te escucharé.
Aunque grites allá afuera, tu desesperación miraré.
Ya muerto no me pidas perdón, pues no podría perdonarte.
Una vez en el lúgubre cajón, no podría ya contestarte.
No me lleves flores, pues no podre olerlas.
No importan los colores, tampoco podré verlas.
No te lamentes en mi ausencia, no te lamentes en mi lejanía.
Deja tranquila tu conciencia, pues yo ya no tendré la mía.
No podrás cambiar las cosas, no podrás mejorar el futuro.
Te llevarías a tu casa tus rosas, no las necesitaré, te lo aseguro.
No pienses en el pasado, que no podrás cambiarlo.
Si hoy no lo has intentado, después no podrás lograrlo.
No te desveles velándome, que nada ganarás.
No importa si estas llorando, nada cambiarás.
Haz lo que debas ahora, que aún tenemos tiempo.
Quizá algún día, nos llegará la hora.
No me llores cuando muera, pues nunca más te escucharé.
Aunque grites allá afuera, tu desesperación no miraré.
AMA HOY. ABRAZA HOY. EL MAÑANA QUIZÁS NO EXISTA.
.