recuerdo en casa de un compañero de escuela que su madre nos contaba cómo en las oscuras noches de invierno, al asomarse por la ventana de la cocina, entre las tinieblas observaba un hombre alto, con un abrigo hasta los pies y con un objeto entre las manos
esa buena señora seguía teniendo esa visión durante todas las noches hasta que un día se armó de valor, abrió la puerta y se acercó a la figura con un cuchillo en la mano, y fue entonces cuando al mirarlo a la cara nos decía que vio sus ojos inyectados en sangre
no recuerdo más porque a esa altura del relatos ya estábamos cagados de miedo jajaja
XD