Ciertos amigos son indispensables, son simples, como aquel caminito de tierra de los pueblos pequeños. Son transparentes y confiables.
Otros, acaban de llegar, y son como caminos que sólo conocemos por el guía, y nos vamos aventurando, pero siempre vale la pena caminar.
Hay amigos que nos recuerdan a aquellos caminos vecinales, que poco usamos, pero sabemos que estarán allá, siempre están en nuestra memoria.
También existen amigos que, infelizmente, nos recuerdan aquellos caminos maravillosos, pero que engañan al conductor, pues son llenos de curvas de peligro.
Y existen amigos que son aquellos caminos que desaparecieron, no existen más. Se fueron. Pero quedaron impregnados en nuestra alma.
En un viaje de la vida, que puede ser larga o corta, lós amigos son más que caminos: a veces son nuestro propio camino.
Así que, deja saber, a tus viejos amigos, que nunca los olvidaste, y dile a los nuevos que nunca los olvidarás.
Recuerda: todos necesitamos de amigos. Hay momentos en nuestra vida en que nos sentiremos solos, pero si tienes amigos verdaderos nunca estarás solo. Siempre, en momentos de dificultades, es exactamente en esos momentos, en que aparecen los verdaderos amigos.
El tiempo que pasamos con amigos no es tiempo perdido, sino ganado. Amistad es amor, es respeto, es compañía.
Sin un amigo, perdemos mucho. Pero eso sí, nunca confundas un amigo con un conocido, pues hay una gran diferencia.
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