Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos, ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.
Prefiero que estreches suavemente mi mano, ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.
Prefiero que hagas una sola llamada, ahora que estoy vivo, y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
Prefiero que me regales una sola flor, ahora que estoy vivo, y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
Prefiero que elevemos al Cielo una oración, ahora que estoy vivo, y no una misa, cantada y celebrada, cuando yo muera.
Prefiero que me digas unas palabras de aliento, ahora que estoy vivo, y no un desgarrador poema, cuando yo muera.
Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra, ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata, cuando yo muera.
Prefiero me dediques una leve plegaria, ahora que estoy vivo, y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
Prefiero disfrutar de los más mínimos detalles, ahora que estoy vivo, y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.
Prefiero escucharte un poco nervioso, diciendo lo que sientes por mí, ahora que estoy vivo, y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora estoy muerto.
Amigos míos, aprovechemos a nuestros seres queridos, ahora que están entre nosotros. Valora a las personas que están a tu alrededor.
Ámalas, respétalas, acuérdate de ellas, ¡mientras están vivas..!
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