Muchas veces nos preguntamos: ¿por qué razón Dios no nos contesta? ¿Por qué se queda callado Dios?
Muchos de nosotros quisiéramos que Él nos respondiera lo que deseamos oír, pero... ¡Dios no es así!
Dios nos responde, aún con el silencio. Y debemos aprender a escucharlo.
Su divino silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, Él sabe lo que está haciendo.
En su silencio nos dice con amor: “Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe. No te enojes por causa de los que prosperan, ni por los que hacen planes malvados”.
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