Ya te vas 2022, que aunque no me diste todo lo que deseaba, me diste lo suficiente, como para mis nuevas lecciones de vida y nuevas alegrías, para recordar.
Tristeza y felicidad, ambas son recibidas porque las dos son necesarias en la vida: una para aprender a ser más fuertes y la otra para llenar más la cajita de bellos recuerdos en nuestra mente.
Gracias a todas esas lindas personas que formaron parte de mi mundo 2022.
Y que para este Año Nuevo 2023, Dios los colme de bendiciones, salud, amor y felicidad.
Pues se cambia de año, pero no de amigos como ustedes.
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