Una, de la que no me acuerdo de nada, pero nada de nada, y que cuando recobré un poco la conciencia, estaba en el Hospital, pues por tanto wisky que tomé, comenzé a botar sangre, tantoi por la boca como por la nariz. Por cierto, los médicos, como estaba borracho, dicen que no me atendieron nada bien, y tampoco me dijeron el por qué había botado tanta sangre. De ahí en adelante, "poquito porque es bendito".