Eres un diseño de Dios, con un propósito definido en esta tierra.
No permitas que las circunstancias definan tu identidad.
Eres una respuesta de Dios para tu entorno.
No vivas abatido, sino que vive para desarrollar el plan de Dios que tiene para ti.
Te va a ir bien, porque lo que Dios piensa de ti es mucho más grande que la peor de las adversidades que atraviesas.
Así que levántate, pues tienes un propósito qué cumplir.
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