¿Hola? ¿Si ¿Hablo con la morgue? Si, díganos señor. Es que desde hace días estoy viendo un cadáver, detrás de mi casa.
¿Y por qué no nos había llamado antes? Si lo he hecho, pero cada vez que se lo llevan, vuelve a aparecer. Después de un silencio... Vamos para allá...
Pasaron los días y Luis ya no le prestaba atención al cadáver de aquella mujer, hasta que un día se cansó y salió a mirarlo de cerca. Su mirada estaba directa hacia él, y reflejaba dolor y rabia.
Él le preguntó: ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me dejas tranquilo? Pero, era un cuerpo sin vida, y no le iba a responder. Solo lo miraba con esos ojos fríos.
Por la noche Luis terminó de cenar, se dirigió a la ventana y vio que el cadáver ya no estaba. Asombrado salió al patio a revisar y efectivamente, el cuerpo ya no estaba, pero sintió un escalofrío que le heló la sangre, pero se fue a dormir.
A las 2:00 am se despertó con un ruido extraño que venía del baño. Abrió la puerta y vio algo asqueroso: en el lavabo había un gran charco de sangre. Asustado retrocedió y en ese momento una sombra pasó corriendo por el pasillo.
Se quedó paralizado, y cuando reaccionó, corrió a su cuarto y en las paredes estaba escrito con sangre: "Sea como sea vendrás conmigo". "Solo esperé a que me hablaras". Luis en ese momento se desmayó, y cuando despertó todo estaba normal, las paredes y el lavabo estaban limpios, pero el miedo era real. La siguiente noche fue peor. Vio el cuerpo de aquella mujer en su cama, pero esta vez estaba viva. Él apagó y encendió la luz, y ya no había nada.
Así pasó el tiempo, y estas apariciones estaban volviendo loco a Luis, al punto de darse golpes contra la pared, hasta caer desmayado. Toda su ropa estaba manchada de sangre. Se hacía cortes en los brazos y piernas, para comérselos.
Cierto día una vecina se dio cuenta de esto y llamó a los del manicomio. Estos lo fueron a buscar y se lo llevaron, pero a los días lo encontraron muerto: se aplastó la cabeza con el tubo de la cama. La policía inspeccionó su casa y descubrió una cantidad de fotos de Luis y una nota que decía: "De su admiradora secreta".
Aquella chica había conseguido lo que más quería: llevarse a su enamorado consigo.
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