Una vez un piloto de avión se disponía a volar, cuando de pronto escuchó un chillido en la parte trasera de su asiento. Al agacharse se dio cuenta que era una rata.
Él no podía atrasar el vuelo para bajarla, y entonces recordó que las ratas no resisten las alturas y emprendió el vuelo.
Así, conforme iba subiendo el avión, disminuían los chillidos de la rata, hasta que finalmente desaparecieron.
Así que, amigo mío: “Cuando escuches chismes de ti, solo vuela más alto. Cuando te critiquen, solo vuela más alto. Cuando te quieran hacer daño, sólo vuela más alto. Cuando te envidien, sólo vuela más alto…”.
RECUERDA: Las ratas no resisten las alturas.
.