Recuerdo a una ex que le explicaba la cuestión y decía que comprendía; mas en plena acción yo apoyaba mis manos en su espalda para que tuviese la posición (nunca llegó a la avanzada o diabólica), al ratito que me concentraba en lo prioritario y me descuidaba ella ya estaba con el lomo como un camello; tenía yo que bajarle la espalda tipo puente una y otra vez; nunca se adaptó por sí sola.
